Lavanda (Lavandula angustifolia)
Las flores de lavanda flotaban en torno a su cuerpo desnudo. Una costumbre que la investigadora disfrutaba a menudo, casi siempre por la noche tras una intensa jornada. El agua muy caliente aromatizada por las flores y la ingestión lenta de una infusión de lavanda, deshacían el estrés que había acumulado. El vaho se extendía e impregnaba toda la estancia, Minerva Nàcher notaba como su piel recobraba la hidratación hasta volverse resbaladiza. Se acarició y respiró hondo al tiempo que llegaba al éxtasis.
Lavanda (Lavandula angustifolia)
Excelente infusión para mitigar la ansiedad y otros síntomas relacionados con el estrés. Restaura la energía en casos de cansancio y agotamiento mental, mejorando el estado anímico. El contraste de su potente aroma y delicado sabor armoniza los sentidos a cada trago.
La aromática lavanda es uno de los mejores remedios naturales para combatir el exceso de nervios. Es a la vez sedante y digestiva. Ayuda en caso de insomnio, alivia el dolor de cabeza y la migraña suave. En forma de gargarismos sirve para aliviar la irritación de garganta.
El nombre de Lavanda deriva del vocablo latino «lavare», en alusión a sus propiedades curativas y depurativas. Era costumbre en la antigüedad que las mujeres incluyeran ramos de lavanda en el agua para perfumar sus prendas.
En la Edad Media la esparcían por el suelo de las casas e iglesias para aromatizarlas, desinfectarlas y protegerlas de la peste.
En el Antiguo Egipto, la lavanda se usaba en los procesos de momificación.
Según el lenguaje de las flores la lavanda significa suerte, éxito y felicidad.