duende de los deseos

Un poco de historia y reflexión

¡Uf, estoy agotado! Empiezo a notar el paso de los siglos. En apariencia me conservo joven: sin canas ni arrugas. Los ojos avellanados bien abiertos, los párpados se estiran hasta seguir la línea de mis puntiagudas orejas. Mantengo la fisonomía tersa, sin la más mínima pérdida de colágeno.  Físicamente puedo presumir, pese a mi ancestral […]

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